Despedida de soltera

El día siguiente de ver el musical La familia irreal tuve la despedida de soltera de una de mis compañeras de trabajo Carol, y su futuro marido, Javi.

Llevábamos ya varios meses intentando organizar lo mejor posible la despedida para que todo saliera a la perfección y la verdad es que me gustó bastante el resultado.

A las 8.30 de la mañana quedé en casa de otra de mis compañeras de trabajo, Carla, para empezar a maquillarnos y vestirnos para ir de zombies. Sí, de zombies. Cuando estuvimos todos vestidos y preparados fuimos a la estación de la Renfe donde teníamos la "emboscada" zombie. La verdad es que los novios llegaron tarde a la estación y nos pusimos muy nerviosos, creíamos que se habían enterado que lo hacíamos entonces y que no querían aparecer, pero por fin aparecieron y nos lanzamos corriendo hacia su coche haciéndoles esconder.

Un "policía" vino a electrocutarnos a cada uno para poder llevarse a los novios, que a partir de ese momento pasaron a ser la liga anti-zombie. Ahí empezaron todas las pequeñas pruebas donde tuvieron que ir recorriendo la ciudad buscando a cada uno de los zombies, domesticándonos con piruletas para poder reclutarnos y llevarnos hacia la siguiente prueba. Les hicimos desde sopas de letras, jeroglíficos, puzzles entre otras pruebas. La verdad es que fue muy divertido, sobretodo en la parte de la Catedral de Girona donde nos pusimos todos los zombies a intentar bailar Thriller de Michael Jackson enterándonos en el momento de llegar ahí que había una boda y todos los invitados riéndose y mirándonos a parte de haciéndonos fotos durante un buen rato.

Cuando terminaron todas las pruebas tuvieron que ir hasta "el nido" de los zombies que era la casa de la cuñada de Carol. Ahí comimos todos junto a sus familias y... como postre... tuvimos el genial pastel que hizo Carla. Esta chica es una auténtica barbaridad haciendo pasteles. Para seguir con la broma de los zombies, les hizo un pastel en forma de cerebro, con mermelada de fresa como si fuera sangre. 

Hacia las 5.30 más o menos, vino el autobús a buscarnos para llevarnos hasta Gavà. Ahí Carol y Javi, disfrazados ella de Marilyn y él de Elvis, fueron paseando por la playa, vendiendo algunas piruletas hasta que, con algo de frío ya nos dirigimos hacia el restaurante para cenar.

El restaurante, El castillo de las tinieblas, estaba ambientado en la época medieval. Es un castillo del terror donde, de donde menos te lo esperas te aparece algún psicópata con un cuchillo intentando asustarte y matarte. Yo soy de lo más miedica y en ese cacho lo pasé muy mal. Sobretodo en el momento en el que estaba en el baño y la luz se me apagó y se oyó la vocecita de una niña diciendo: no estás sola.... yo estoy aquí contigo... a tu lado... Y las paredes empezaron a iluminarse con palabras... y, para terminar de arreglarlo, uno de los psicópatas empezó a dar golpes a la puerta, aporreándola y sin dejarme salir... Qué mal lo pasé... Al cabo de un rato ya me acostumbré y simplemente vi que si no les hacia caso, ellos pasaban de mi y no venían a asustarme. Luego ya pasamos a la zona de restaurante donde, durante la cena, fueron haciendo un espectáculo variado. Tengo que decir que la cena fue bastante horrible, pero quiero hacer un post especial para hablar solamente del restaurante, espero tener tiempo dentro de poco para poder hacerlo. 

Al terminar de cenar era ya bastante tarde así que volvimos a coger el autobús y de vuelta a casita a descansar... que fue un día muy largo y agotador pero en el que lo pasamos todos muy bien.