sábado, 15 de marzo de 2014

Besalú

Ayer fue el cumpleaños de mi hermana, 19 años ya, pero teniendo en cuenta que mis padres trabajan por la mañana y mi hermana va a la Universidad por la tarde fue imposible celebrarlo así que lo pospusimos hasta hoy. 

Por la mañana hemos hecho un pequeño planing para el día de hoy, mejor dicho, para la tarde. Para empezar, hemos ido a comer fuera, a un restaurante mexicano que me recomendó una compañera de curro hace tiempo y al que nunca habíamos ido aún porque es bastante caro, pero esta ha sido la ocasión para probarlo. Siempre habíamos ido a un mexicano que en realidad era Tex-Mex (hasta hace poco no conocía la diferencia entre lo uno y lo otro) pero la última vez salimos de ahí muy enfadados por el servicio y la atención que nos habían dado y decidimos no volver más. Así que tocaba conocer nuevos restaurantes.


La verdad es que me ha gustado mucho la comida. Hemos cogido primero unos nachos con queso y salsa mejicana deliciosos y como segundo cada uno ha cogido cosas distintas para así poder probar más platos y tener una idea más clara por si otro día queremos volver. Personalmente todo me ha parecido delicioso. Pero, lo mejor ha sido el postre. Obviamente ha habido pastel, puesto que es un cumpleaños, y esta vez he probado una receta distinta. A mi hermana le encanta el chocolate, así que nada mejor que una tarta de tres chocolates. ¡DELICIOSA! (Pese a que quede mal que yo misma lo diga.) Aunque si la vuelvo a hacer, me aseguraré de que el chocolate negro quede más escondido o algo, porque para mí que no me gusta el chocolate negro, sabía demasiado a ese. 


Después de hacer el postre y terminar todos muy pero que muy llenos, hemos cogido el coche y hemos ido hacia Besalú, donde teníamos que empezar la ruta. Besalú es un pueblecito muy cercano (a unos 30km) a Girona, precioso y al que siempre habíamos pasado alrededor pero al que nunca habíamos ido a visitarlo.


El pueblo es estilo medieval, todo de construcciones antiguas, con una muralla rodeándolo, preciosas vistas, situado encima de un pequeño turón. Lo más conocido de Besalú es su puente, el que se puede ver detrás de mi en la fotografía.



Hemos estado paseando por todas las callecitas, disfrutado en el río, haciéndonos fotos todos juntos hasta que hemos llegado a una silla. Una increíble silla que se encuentra a unos 2 metros de altura o así y que para subir en ella tienes que escalar por un pequeño poyete de piedra que hay detrás. La verdad es que este ha sido el mejor momento del día. Primero ha subido mi hermana pequeña, sin problemas, luego la mediana y luego he intentado subir yo, rindiéndome por no saber donde poner los pies (hay que decir que iba con tacones, falda, medias...). Pero después de ver a mi padre subir, he vuelto a intentarlo y aunque me ha costado un montón, lo he conseguido. Eso sí, bajar ha sido todavía más difícil. Mi padre y mi madre ayudándome desde abajo, diciéndome donde poner los pies, intentando agarrarme para que no me cayera. Ha sido inevitable ponernos a reir todos mientras Anna intentaba hacerme fotos del momento. INCREÍBLE.


Al final nos hemos liado tanto en el pueblo que solo hemos visto este y eso que teníamos pensado toda una ruta hasta un pantano cercano, pasando por varias iglesias y pueblecitos. Pero queda pendiente para otro día. Igual que tenemos que volver al pueblo, ya que hay un museo de micro figuritas que tan solo viendo la muestra que había fuera, nos ha dejado alucinado. Pero ya era tarde para entrar y verlo entero, así que, en cuanto podamos, volvemos ahí y lo vemos.

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