miércoles, 29 de julio de 2009

Las Bellas Durmientes

Hoy el día ha empezado muy bien. Nos hemos tenido que levantar a las 4.30 (habiendo ido a dormir a las 2 de la madrugada) para poder coger el tren que salía a las 5.50 (más o menos) y... ¡hemos llegado a tiempo! Pese a lo cansadas y agotadas que hemos llegado (llevar las 2 maletas TAN llenas, nos mata) hemos estado orgullosas de nosotras mismas por nuestra puntualidad.

En el primer trayecto, de Matsue a Okayama, el cansancio ha podido con nosotras y nos hemos puesto a dormir y, pese a que Ele-chan ha puesto el despertador, hemos tenido suerte que esa era la última parada y que aquí revisan y limpian todo el tren antes de volver a iniciar el recorrido y eso ha permitido que el revisor viniera a avisarnos. ¡Dios mío que verguenza! Si nos hubiera pasado en España, habríamos ido a parar a vete a saber qué sitio. A partir de ese momento hemos decidido que cada vez que subamos a un tren las dos pondremos el despertador!

Por suerte, después de este pequeño incidente no ha habido ninguno más. Ya hemos intentado no dormir en los otros dos trenes. Por tanto, hemos llegado a Urakami (una parada antes de Nagasaki) y la chica de la estación nos ha mostrado el camino para ir hacia el hotel. El camino ha sido mortal. Teníamos que cruzar las vías y, para hacerlo, teníamos que subir unas escaleras interminables y mortales. Ele-chan y yo nos hemos dispuesto a subirlas, preparándolo todo para subir primero una maleta, luego la otra... cuando Ele-chan se ha iluminado y ha dicho: ¡Que teníamos que llamar al hotel cuando llegásemos! Y así lo hemos hecho y el señor del hotel ha contestado nada más y nada menos que: esperad allí que voy a buscaros (en japonés claro). En menos de 5 minutos estaba en la estación cargando con nuestras maletas para ponerlas en el coche y llevarnos hasta el hotel. ¡Hemos agradecido tanto este gesto! Y encima también nos llevará de vuelta a la estación.

Una vez colocado todo en la habitación del hotel (ésta es de tatami y con futon. ¡Me encanta! Aunque es un poco pequeñita es muy acogedora) hemos ido a dar una vuelta por la zona de Urakami (es donde explotó la bomba atómica).

Primero hemos ido a ver la Catedral de Urakami que es realmente preciosa situada en lo alto de una montaña desde donde hay unas vistas preciosas. Al bajar, hemos pasado por un parque dedicado a las víctimas de la bomba atómica.


A continuación nos hemos dirigido a ver el Museo de la bomba atómica, realmente hay algunas escenas que te enseñan que te hacen poner los pelos de punta, imágenes impactantes y explicaciones que parecen increíbles. Este museo te hace sentir entre odio hacia los americanos y lo cabr**** que fueron al tirar la bomba y a la vez sales como un poco deprimida. En este museo se nos ha presentado un chico japonés que resulta que sabe hablar castellano. Lo que, ha sido un poco raro y nos ha dado un poco de mal rollo. Sin conocernos de nada ha querido que cuando estuviéramos en Yokohama fuéramos a su casa, que nos invitaba a comer y así podía practicar el castellano con nosotras. Le hemos comentado que íbamos a ir muy ocupadas y que quedábamos para ir a comer fuera. Teníamos que vernos al salir del museo, pero le hemos esperado 5 minutos (iba detrás de nosotras, no ha querido que lo viésemos juntos) y como no ha aparecido nos hemos ido.




Hacia las 9 hemos llegado al hotel, hemos ido a bañarnos (oooh... ¡qué bien se está!) e iremos a dormir a las 11. ¡Parece increíble! Por una noche podremos ir a dormir un poco pronto. A ver si así logramos descansar más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario